UNA MIRADA CRÍTICA SOBRE LOS ESTEREOTIPOS DE BELLEZA EN LAS REDES SOCIALES
A propósito del impacto que producen en la juventud y la necesidad de recurrir a la educación sexual integral para cuestionarlos
¿Qué son los estereotipos?
Los estereotipos son creencias compartidas por un grupo social sobre las características, cualidades, habilidades o rasgos de otro grupo. Estas creencias se basan en percepciones, ideas preconcebidas o información cultural. Los estereotipos pueden ser ciertos, falsos o exagerados. Se forman sin experiencia directa y pueden ser modificados arbitrariamente o construidos deliberadamente por intereses políticos o comerciales.
Es importante reconocer los estereotipos y cuestionarlos, ya que pueden perpetuar prejuicios y discriminación. Fomentar la comprensión y la empatía hacia los demás nos ayuda a superar estos estereotipos y construir una sociedad más inclusiva y diversa.
Algunos ejemplos de estereotipos
Un estereotipo común, de género es creer que las mujeres son amas de casa y que deben hacerse cargo del cuidado de los niños y de los quehaceres del hogar, mientras que es el hombre el que debe salir a trabajar y proveer a la familia. Como resultado de la lucha del movimiento feminista, este estereotipo está cambiando de una manera significativa, haciendo más justicia a la situación de las mujeres.
En muchos países, quizás por su historia, es muy común tener la idea de que los políticos son todos corruptos y ladrones. Esto ha logrado que en esas sociedades un número importante de personas opte por no participar ni comprometerse activamente en la vida política. Se trata de un estereotipo difundido por quienes aspiran a manejar el poder de espaldas al pueblo.
Es común también, lamentablemente, escuchar o leer en las redes sociales que todos los pobres son vagos. Esta afirmación, discriminatoria, desconoce la multicausalidad de la pobreza, vinculada a las dificultades para conseguir empleo decente, la carencia de educación o salud.
El estereotipo de belleza juvenil
Los estereotipos de belleza son construcciones sociales que nos señalan cómo debemos ser para que los demás nos consideren atractivos. Constantemente bombardeados con imágenes de personas “perfectas” en las redes sociales, como Instagram, estos ideales de belleza se han vuelto cada vez más presentes en los medios de comunicación, en las redes sociales y en nuestra cultura en general. Tienen un impacto significativo en la forma en que los adolescentes se ven a sí mismos y a los demás.
Los adolescentes se exponen a estos estereotipos de belleza con mucha frecuencia en las redes sociales. Esto puede llevar a una serie de problemas físicos y emocionales. Algunos adolescentes pueden sentirse presionados para ajustarse a estos estándares, lo que puede generar problemas de autoestima y trastornos alimentarios.
Es importante que los adolescentes comprendan que todas las personas son diferentes y que la belleza se manifiesta de muchas formas distintas. No es necesario que se ajusten a los estereotipos de belleza para sentirse bien consigo mismos.
En suma, los estereotipos de belleza pueden tener un impacto negativo en la salud mental y física de los jóvenes. Es fundamental promover la aceptación de la diversidad y construir una autoimagen positiva en los jóvenes, y también es responsabilidad de los medios de comunicación y la industria de la moda promover imágenes corporales realistas y diversas.
El rol de la educación sexual integral
Se entiende como educación sexual integral -ESI- aquella que abarca aspectos biológicos, psicológicos, sociales, culturales, afectivos, éticos y jurídicos. Esto permite considerar la enseñanza de los contenidos escolares vinculados a las vivencias de niños, niñas y adolescentes.
Asumir la educación sexual desde una perspectiva integral demanda un trabajo dirigido a promover aprendizajes desde el punto de vista cognitivo, pero también en el plano de lo afectivo, y en las prácticas concretas vinculadas con el vivir en sociedad.
Esta concepción de la ESI reconoce su origen institucional en la sanción, en 2006, de la Ley N.º 26150 de Educación Sexual Integral. Desde entonces el Ministerio de Educación de la Nación realizó acciones para su efectivo cumplimiento. Al comienzo éstas tuvieron que ver con la convocatoria a una Comisión Asesora Interdisciplinaria e Intersectorial; la creación del Programa Nacional y la redacción y aprobación de los Lineamientos Curriculares de Educación Sexual Integral. Allí se detalla el piso básico y obligatorio de contenidos a implementar. Este documento fue aprobado por todos los ministros y ministras de Educación en el Consejo Federal en el año 2008. Luego se fortalecieron de manera consensuada y federal las líneas de acción que dan cuenta de las responsabilidades que la Ley le asigna al Ministerio de Educación de la Nación. Entre ellas, se destaca la formación a docentes, equipos directivos y de supervisión, de forma presencial y virtual, con el propósito de acompañar la implementación de la ESI en los establecimientos educativos. A su vez, se planificaron dispositivos de formación en ESI para espacios comunitarios y agentes territoriales.
La Educación Sexual Integral (ESI) desempeña un papel fundamental en la desnaturalización de estos estereotipos y en la promoción de una visión más saludable y diversa de la belleza. En esa línea, contribuye a que las y los jóvenes cuestionen los mandatos sociales que las y los condicionan.
Les ayuda a pensarse en sociedad, a comprender que lo que les sucede no es individual, sino colectivo, es decir, producto de una construcción social. De ese modo, aporta a la reflexión conjunta sobre el contenido de esos mandatos para poder construir o encontrar en las propias comunidades las distintas expresiones de belleza que existen.
Señalamos algunos aspectos clave sobre el rol de la ESI frente a los estereotipos de belleza juvenil:
-Desafiar los estándares de belleza: La ESI proporciona un espacio para cuestionar y analizar críticamente los ideales de belleza impuestos por la sociedad. En la escuela se pueden fomentar discusiones sobre cómo estos estándares afectan la autoestima y la percepción corporal de los jóvenes.
-Promover la diversidad: La ESI enseña que la belleza no tiene un único estándar. Puede ayudar a los jóvenes a apreciar la diversidad de cuerpos, colores de piel, tallas, géneros y características físicas. Al reconocer y valorar la diversidad, se contrarrestan los estereotipos limitantes.
-Fomentar la autoaceptación: La ESI brinda herramientas para que los jóvenes desarrollen una relación positiva con sus cuerpos. Se les enseña a aceptarse tal como son, a cuidar su salud y a no compararse constantemente con imágenes idealizadas.
-Analizar la influencia de las redes sociales: La ESI puede explorar cómo las redes sociales impactan en la percepción de la belleza. Se pueden abordar temas como la edición de fotos, la presión por obtener “me gusta” y cómo las redes perpetúan ciertos estereotipos.
-Construir habilidades críticas: La ESI ayuda a los jóvenes a desarrollar habilidades críticas para evaluar la información que consumen en línea. Esto incluye cuestionar imágenes retocadas, comprender la publicidad y reconocer cuando se promueven estándares poco realistas.
En síntesis, la ESI no solo proporciona conocimientos sobre salud sexual y reproductiva, sino que también brinda herramientas a los jóvenes para que desafíen los estereotipos, se acepten a sí mismos y construyan una visión más inclusiva y positiva de la belleza.